La taberna de Martín Berasategui en Madrid con precios asequibles

12 estrellas Michelín tiene ya Martín Berasategui. Sin embargo, eso no le vale para quedarse con los pies parados. El chef con más estrellas de España y uno de los más reconocidos a nivel nacional e internacional vuelve a apostar por la cocina de Madrid. 

Se podría decir que su experiencia le avala, y que todo lo que lleve la firma Berasategui es sinónimo de calidad. Así, en plena calle Ferraz, a muy pocos metros de Plaza de España, aparece Madrí Madre, este nuevo concepto de taberna madrileña que el donostiarra apadrina y que tiene un ticket medio de unos 30 euros.

La taberna quiere rendir culto a esos locales tan ligados a la esencia de Madrid y al recetario de todas esas madres que, durante generaciones, han cocinado con cariño y amor para toda la familia. En Madrí Madre hay recetas nuevas junto a las de Berasategui, un tándem que articula una propuesta al alcance de todos los bolsillos, sabrosa y basada en un producto de gran calidad.


En lo que respecta a los aperitivos no pueden faltar la ensaladilla rusa, la ensalada de burrata o la tortilla de patata, unas buenas gildas, croquetas, steak tartar o salazones del Cantábrico. 

También se pueden encontrar una clásica merluza en salsa verde —en concreto los lomos de piezas muy frescas, de gran tamaño— y el pescado de lonja. 

Aquellos que prefieran la carne cuentan con varias alternativas. De guiso, una carrillera de ternera cocinada durante 12 horas, acompañada de un puré de patata y unos trozos de cabeza de jabalí de Casalba.

Del horno y la plancha, una jugosa txuleta de vaca rubia gallega, madurada durante 60 días y que se puede acompañar de diferentes guarniciones, como patatas fritas, piquillos confitados o cogollos.

También hay albóndigas en salsa española, una milanesa de pollo loncheada, ideal para ir al centro, y una burger de estilo tailandés concebida por Berasategui con diferentes salsas y un aliño muy exótico.   

En cuanto a los postres, en la carta de Madrí Madre podemos encontrar los clásicos de siempre con un punto gourmet, como la tarta de tres quesos o la mítica torrija de Berasategui.